La elección de Robert Prevost como el primer Papa estadounidense, bajo el nombre de León XIV, ha generado una notable atención internacional, especialmente en su ciudad natal de Chicago. En el suburbio de Dolton, donde vivió durante su infancia, se encuentra la casa donde creció Prevost, propiedad de un electricista que había decidido venderla días antes de la elección por un precio de 245,957 dólares. Sin embargo, al conocerse la noticia de su nombramiento, el dueño optó por retirar la propiedad del mercado, lo que ha desatado un notable entusiasmo en la comunidad local.
El propietario, que prefiere permanecer en el anonimato, estaba en una cita médica con su esposa embarazada cuando se anunció el nombramiento de León XIV. Según su agente inmobiliario, Steve Budzik, el hombre expresó su alegría diciendo que «es mejor que ganar un billete de lotería». La renovación de la vivienda, adquirida por 66,000 dólares en 2024, podría resultar en un aumento significativo en su valor; algunos vecinos estiman que el precio podría duplicarse, lo que podría beneficiar a la comunidad en un área que no siempre ha gozado de una buena reputación.
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