En un devastador repunte de violencia machista, España sufre nuevamente la pérdida de nueve mujeres en tan solo un mes, elevando la cifra a 71 en lo que va del año y a 2.097 desde 2003. Estos asesinatos, lejos de ser simples estadísticas, representan un aterrador reflejo de la violencia estructural que impregna la sociedad y que demanda una acción colectiva y transformadora.
Entre las vidas arrebatadas se encuentran María Antonia Sánchez, de 29 años en Badajoz, y Jacqueline S., de 28 años en Sevilla, junto a otras siete mujeres de diversas edades y localidades, cada una con historias teñidas de dolor e injusticia. Estas tragedias subrayan que la violencia no se limita a las relaciones de pareja, afectando también a los entornos familiares, como demuestran varios de los crímenes recientes.
Casos como el de Jacqueline, registrada en el sistema VioGén, y Marta, víctima de un agresor que violó repetidamente su orden de alejamiento, evidencian la insuficiencia de los sistemas existentes para proteger a las mujeres. La impotencia ante estas situaciones subraya la urgencia de replantear los enfoques actuales, trasladando la responsabilidad de la violencia a quienes la perpetran y a quienes fallan en prevenirla.
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT), se plantea una exigencia clara: la implementación de medidas efectivas e inmediatas que abarquen todas las formas de violencia machista, incluyendo la física, psicológica, sexual y digital, entre otras. Además, insisten en una educación preventiva, sensibilización en todos los ámbitos y la adecuación de recursos especializados que respondan a las diversas realidades de las mujeres afectadas.
La CGT también resalta la necesidad de que se asignen recursos económicos adecuados para la implementación efectiva de leyes como la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género y la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual, entre otras, que aún tienen un cumplimiento desigual.
Frente al próximo 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la CGT hace un llamado a la organización y movilización en todo el territorio. Insisten en que la lucha contra el terrorismo machista no es solo cuestión de un día; debe ser una constante en cada barrio, centro de trabajo y espacio vital.
Es imperativo dejar de contar víctimas y comenzar a actuar de manera efectiva, proponiendo un cambio estructural que detenga de raíz esta lacra social a través de la educación, la prevención y el compromiso colectivo.
Fuente: CGT


