Raúl González Blanco, emblemático exjugador del Real Madrid, ha finalizado su etapa como técnico del Castilla tras seis temporadas, dejando el banquillo del filial con una sensación agridulce debido a la falta de oportunidades en el primer equipo. A pesar de su intachable trayectoria como jugador, convirtiéndose en el futbolista con más partidos en la historia del club y posterior éxito en categorías menores con la conquista de la Youth League, Raúl no logró ascender a un puesto en el primer equipo, a diferencia de predecesores como Zinedine Zidane y Santiago Solari. Su salida ha sido calificada de fría, destacando una brecha de sintonía con la dirección del club que ha persistido durante años. Raúl expresó su agradecimiento al club y espera regresar algún día, mientras surgen comentarios divididos sobre su carácter metódico y exigente en la ciudad deportiva.
El futuro del banquillo del Castilla parece dirigirse hacia Álvaro Arbeloa, quien ha trabajado con el Juvenil A y mantiene una estrecha relación con Xabi Alonso. La partida de Raúl deja un legado notable, a pesar de las dificultades para lograr el ascenso del equipo a Segunda División en varias temporadas. A lo largo de su gestión, Raúl lidió con la reconstrucción constante de sus plantillas debido a cesiones y transferencias, manteniéndose competitivo en la tabla. Aunque Raúl no logró materializar su aspiración de dirigir al primer equipo, su etapa al frente del Castilla ha sido un período formativo tanto para él como para los jóvenes talentos que entrenó, dejando un impacto significativo en el entorno del Real Madrid al que espera volver en el futuro.
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