Bakú se convirtió en el escenario de una esperada redención para Carlos Sainz, quien logró subirse al podio por primera vez en su nuevo equipo Williams durante el Gran Premio de Azerbaiyán. Tras una temporada repleta de desafíos y sin poder demostrar su verdadero potencial, el piloto español desató la euforia tanto en él como en su escudería al finalizar en tercera posición. Su discurso emotivo por radio reflejó la alegría del momento: «¡El mejor podio de mi carrera!», exclamó, resaltando la ansiada recompensa tras seis carreras sin puntos.
El ambiente de celebración se intensificó al bajarse del monoplaza, donde Sainz fue recibido con entusiasmo por su equipo, destacando la camaradería y el esfuerzo colectivo. En sus primeras declaraciones, el piloto expresó su alegría y gratitud, precisando que este podio era aún más valioso que el primero de su carrera. Sainz reconoció las dificultades enfrentadas durante la temporada y compartió una valiosa lección sobre la importancia de perseverar. «Soñar es gratis… al final, algunos sueños se cumplen», concluyó, reafirmando su compromiso de seguir trabajando duro en busca de nuevas oportunidades.
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