Veintiséis países de la Unión Europea, a excepción de Hungría, han expresado su firme compromiso con Ucrania en una declaración conjunta que establece que cualquier negociación significativa sobre la guerra en el país solo debería tener lugar con un alto el fuego o una reducción de hostilidades por parte de Rusia. Además, los líderes subrayaron que las fronteras internacionales no deben cambiarse por la fuerza y afirmaron que el pueblo ucraniano tiene el derecho a decidir su propio futuro. Este pronunciamiento llega en un momento crucial, ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladímir Putin, se preparan para una reunión de alto nivel en Alaska para discutir un plan de paz potencial que podría implicar concesiones territoriales.
La declaración también aplaude los esfuerzos de Estados Unidos para alcanzar una «paz justa y duradera» y recalca que cualquier solución diplomática debe respetar la ley internacional y garantizar la seguridad de Ucrania. En este contexto, la UE ha reafirmado su disposición a seguir ofreciendo ayuda política, económica, humanitaria y militar a Ucrania, así como a continuar con las sanciones contra Rusia. A pesar de la reticencia de Hungría, que se ha alineado más con Moscú, los demás estados miembros reiteraron su compromiso con el derecho de Ucrania a elegir su destino y su aspiración a unirse a la comunidad europea.
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