La Federación Española de Fútbol ha decidido no abrir un expediente disciplinario contra Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, tras su comportamiento inapropiado en el palco del estadio King Abdullah de Yeda durante la semifinal entre Athletic y Barcelona. A pesar del descontento expresado por varios presidentes territoriales, quienes fueron objeto de sus improperios, y que habían sugerido al presidente de la RFEF, Rafael Louzán, que se tomara acción oficial, la federación ha optado por no avanzar con ninguna sanción. Este incidente ha dejado perplejos a los asistentes al evento, quienes presenciaron el comportamiento desafiante de Laporta, incluyendo gestos ofensivos y fuertes insultos.
El desencuentro surgió después de que Joan Laporta celebrara de manera desmesurada la decisión del Consejo Superior de Deportes de otorgar medidas cautelares a jugadores como Dani Olmo, comportamiento que culminó en agresiones físicas a objetos en el antepalco e insultos verbales directos a los presidentes territoriales presentes. Este espectáculo bochornoso ocurrió antes del inicio del partido y fue presenciado por numerosos testigos. A pesar de la gravedad de los hechos y del contexto tenso, la ausencia de una respuesta formal por parte de la RFEF podría generar cuestionamientos sobre la tolerancia hacia comportamientos similares en el futuro.
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