Un significativo avance en el tratamiento del carcinoma urotelial de vejiga musculo-invasivo acaba de ser presentado en el Congreso Europeo de Oncología ESMO, con potenciales implicaciones para cambiar la práctica clínica actual. El estudio IMvigor011, coordinado por destacadas instituciones como el Barts Cancer Institute de Londres y el Dana Farber Cancer Institute de Boston, se centra en el uso de biopsias líquidas para personalizar el tratamiento postoperatorio en pacientes con este tipo de cáncer agresivo.
A través de la detección de ADN tumoral circulante (ctDNA) en pacientes sometidos a cirugía de vejiga, los investigadores buscan identificar quiénes podrían beneficiarse de la inmunoterapia con atezolizumab. Este enfoque podría sustituir la evaluación tradicional basada solo en parámetros anatomopatológicos, permitiendo así una atención más precisa y personalizada.
Los resultados del estudio, que incluyó a más de 750 pacientes, revelan que aquellos con ctDNA detectable tienen un mayor riesgo de recaída y menor supervivencia si no reciben tratamiento adicional tras la cirugía. La administración de atezolizumab en este grupo disminuyó el riesgo de recaída en un 40% y mejoró significativamente la supervivencia global.
Por otro lado, aquellos pacientes en los que no se detectó ctDNA en sangre mostraron baja tasa de recaída y alta supervivencia, sugiriendo que podrían evitar la inmunoterapia, y con ello, posibles efectos adversos innecesarios.
La investigación respalda el valor del monitoreo molecular continuo, destacando cómo la biopsia líquida puede complementar los métodos tradicionales y optimizar recursos sanitarios, llevándonos hacia una medicina más precisa y segura. Este enfoque podría transformar el tratamiento del carcinoma urotelial musculo-invasivo, ajustando los tratamientos a las necesidades específicas de cada paciente según evidencia molecular.
