Un reciente caso en Epping, Inglaterra, ha generado polémica y tensión política tras la liberación accidental de Hadush Gerberslasie Kebatu, un inmigrante etíope condenado por agresión sexual. Este hecho se ha convertido en un dolor de cabeza para el Gobierno de Keir Starmer, ya que el error administrativo permitió que Kebatu abandonara el centro de detención, desatando críticas tanto de la oposición conservadora como de los partidos de ultraderecha. La policía de Essex, encargada de su captura, ha desplegado recursos para localizarlo, mientras que el Ministro de Justicia y el mismo Starmer han expresado su indignación, exigiendo medidas urgentes para su detención y deportación.
Los disturbios provocados por la ultraderecha en respuesta al caso han intensificado el debate sobre las políticas de inmigración del gobierno laborista. La oposición ha aprovechado el incidente para atacar la gestión del Partido Laborista, calificando el sistema actual de ineficaz. La fallida deportación de Kebatu, quien llegó al Reino Unido en una lancha y fue arrestado en agosto, coincide con recientes cambios legales que permiten deportaciones más rápidas. Sin embargo, la falta de acuerdos de deportación con Etiopía complicó su traslado. Este episodio se une a otros desafíos migratorios recientes, aumentando la presión sobre Starmer y su administración para reforzar las políticas y procedimientos de control migratorio.
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