Iker Jiménez arremetió contra los medios de comunicación en su programa «El cierre», manifestando su descontento por la tergiversación de sus declaraciones. El periodista reveló que, tras la pandemia, rechazó numerosas entrevistas porque sentía que los titulares no reflejaban con precisión sus palabras. Jiménez afirmó haber recibido más de 80 peticiones, pero muchas veces estas lo presentaban de manera errónea, hablando de él como si se opusiera al gobierno sin que realmente hubiera expresado tal postura. «Me cabreé bastante», admitió, al tiempo que enfatizó que ha decidido alejarse de la prensa debido a esta situación.
Además, el presentador criticó la influencia de la política en la información, asegurando que este ámbito ha contaminado diversas narrativas. Puso como ejemplo la repetición de noticias científicas sobre Marte sin novedades, argumentando que los medios han engañado al público. Para Jiménez, la desinformación se ha convertido en un problema global y alertó sobre la dificultad de discernir la verdad en un entorno lleno de «refritos». Con un llamado a la reflexión, se preguntó cómo deberían defenderse aquellos que buscan la verdad en un mundo saturado de información distorsionada.
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