Los resultados preliminares de las elecciones legislativas en Moldavia indican una victoria significativa para el Partido de Acción y Solidaridad (PAS) de la presidenta proeuropea Maia Sandu, quien logró un 44,26% de apoyo tras el escrutinio del 70% de los votos. El segundo lugar corresponde al Bloque Electoral Patriótico (BEP), que reúne a socialistas, comunistas y rusófilos, con un 27,96%. También se destacan la coalición Alternativa y el prorruso Partido Nuestro, que obtuvieron un 8,5% y un 6,52% respectivamente. Se desconoce aún si el PAS logrará la mayoría suficiente para gobernar en solitario, como lo hizo tras las elecciones de 2021.
Estos comicios fueron marcados por una alta participación y tensiones entre el Gobierno y la oposición, quienes intercambiaron acusaciones sobre manipulación del voto. La diáspora moldava, clave en el referéndum de 2024 para la adhesión a la Unión Europea, sigue siendo un factor crucial en la política del país. Mientras tanto, el BEP ha convocado una manifestación en la capital para defender su posición, alegando que el pueblo ha votado por el cambio. Las autoridades han denunciado intentos de injerencia por parte de Moscú, incluyendo la compra de votos y campañas de desinformación, subrayando la complejidad del entorno regional ante la guerra en Ucrania.
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