El huracán Milton se aproxima a la costa de Florida con una peligrosa intensidad, después de haber alcanzado la categoría 5 en dos ocasiones recientes, y se espera que toque tierra entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves. En su paso, Milton ha experimentado una leve disminución de su fuerza, reduciéndose a categoría 3 justo antes del impacto. A pesar de ello, el ciclón continúa representando una amenaza significativa, con vientos sostenidos que superan los 200 km/h. Hasta el momento, el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris han instado a los residentes a seguir las indicaciones de las autoridades locales, quienes han procedido a establecer órdenes de evacuación en al menos 30 condados del estado. Los cortes de electricidad han comenzado a afectar a una parte significativa de la población, mientras que las alertas por tornados se han intensificado a lo largo de la región sureña de Florida.
La llegada de Milton se produce en un momento delicado para el estado, que aún se recupera del difícil paso del huracán Helene. Ciudades como Sarasota y Fort Myers, que enfrentaron los embates de Helene, se preparan ahora para lo que podría ser una de las tormentas más severas en años. Donald Trump ha ofrecido alojamiento gratuito a trabajadores de servicios eléctricos en sus hoteles, anticipando la necesidad urgente de restablecer infraestructuras críticas tras el ciclón. Miles de evacuados se dirigen a áreas más seguras, buscando refugio en Georgia y saturando carreteras y hospedajes. En tanto, algunas comunidades han optado por quedarse debido a limitaciones financieras y de recursos. El Centro Nacional de Huracanes ha advertido del riesgo de marejadas con alturas superiores a los tres metros, y han llamado a la población a mantenerse alerta y seguros ante los riesgos potenciales de esta devastadora tormenta.
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