El periodista estadounidense Austin Tice, quien fue capturado en Siria mientras preparaba un reportaje en agosto de 2012, protagonizó un intento de escape a principios de 2013. Vestido con ropas andrajosas, Tice se movió por el barrio privilegiado de Mazzeh en Damasco, buscando ayuda para llegar a un lugar seguro tras más de cinco meses en cautiverio. Aunque logró escabullirse temporalmente de una celda de hormigón, fue rápidamente reaprehendido. Su fuga es considerada por el gobierno estadounidense como una prueba clave de que Tice fue retenido por fuerzas leales al régimen de Bachar el Asad, lo cual ha impulsado la presión diplomática sobre Siria en los años siguientes.
La reciente caída del presidente sirio Bachar el Asad, tras 13 años de devastadora guerra civil, ha reavivado la búsqueda de Tice. Aunque los rebeldes, liderados por Hayat Tahrir al-Sham, han liberado a miles de prisioneros, Tice sigue desaparecido. A pesar de la falta de pistas claras sobre su paradero, tampoco existen pruebas fehacientes de su muerte, según declaró un funcionario estadounidense. Este suceso ha mantenido viva la esperanza de su familia y del gobierno de Estados Unidos, que sigue intentando resolver el caso y traer a Austin Tice de vuelta a casa.
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