En el Vaticano, 133 cardenales se han reunido en la Capilla Sixtina para dar inicio al cónclave que elegirá al nuevo Papa tras el fallecimiento de Francisco el pasado 21 de abril a los 88 años. En un ambiente solemne, el maestro de Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, declaró la frase tradicional en latín «Extra omnes» para solicitar que todos los no involucrados en la elección abandonen la capilla. Este ceremonial constituye una de las tradiciones más significativas dentro de la Iglesia Católica, marcando el inicio del proceso de deliberación secreto en el que se definirá el futuro líder de los fieles católicos.
Mientras tanto, la atención global se centra en la simbólica chimenea del Vaticano, que emitirá humo negro o blanco para comunicar el progreso de las votaciones. Una fumata negra indica que aún no se ha alcanzado un acuerdo, mientras que la esperada fumata blanca anunciará la elección del nuevo Papa. El mundo sigue expectante a través de las transmisiones en vivo, uniendo a fieles y espectadores en un momento de espera y esperanza respecto a la dirección que tomará la Iglesia bajo su próximo máximo pontífice.
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