Este lunes, la catedral de Valencia fue el escenario de un emotivo homenaje a las más de 220 víctimas mortales que dejó la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) en la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre. La misa funeral, organizada por el Arzobispado de Valencia, congregó a más de 400 familiares en un acto que contó con la presencia de los Reyes Felipe y Letizia, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y varios presidentes autonómicos, como Isabel Díaz Ayuso de la Comunidad de Madrid, Jorge Azcón de Aragón y Fernando López Miras de Murcia. En representación del Gobierno central, asistieron la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant.
A pesar de la trascendencia del acto, la ausencia más comentada fue la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien optó por reunirse con el consejero delegado de CATL, Robin Zeng Yuqun, antes del inicio del funeral. Esta decisión fue criticada por algunos sectores políticos y sociales, y contrastó con la asistencia del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Afuera de la catedral, decenas de personas se manifestaron contra la gestión de la DANA, llevando pancartas con mensajes dirigidos al Gobierno y la Generalitat, mientras las autoridades ingresaban al recinto. El acto, que fue oficiado por el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, incluyó lecturas de la Biblia y cantos de salmos, y pudo ser seguido en directo por televisión y plataformas en línea.
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