El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco comenzó con la misa «Pro eligendo Pontifice» en la Basílica de San Pedro, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re. Los cardenales, vestidos con sus característicos hábitos rojos y blancos, procesionaron desde la capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina. Ahí, prestaron juramento individualmente antes de que se cerraran las puertas con la orden «Extra omnes», marcando el inicio del proceso de votación. Durante la primera jornada, se espera que la fumata, que indica si ha habido elección o no, sea visible alrededor de las 19:00 horas.
En los días siguientes, los cardenales mantendrán un estricto horario, comenzando con una misa matutina y siguiendo con dos sesiones de votación diarias, tanto por la mañana como por la tarde. Las fumatas determinarán el resultado de las deliberaciones: negra si no hay consenso, blanca si se ha elegido un nuevo papa. Si después de tres días no hay acuerdo, se concederá un día de reflexión. Una vez elegido el pontífice, se anunciará el «Habemus papam» desde el balcón de la basílica, momento en que el nuevo papa se presentará a los fieles y concederá la bendición «Urbi et Orbi». Las campanas de la basílica marcarán la tan esperada elección.
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