Philippe Solomon protagoniza un escándalo en Madrid tras vender mascarillas defectuosas a un precio de cinco euros la unidad. Las autoridades madrileñas confiaron en su oferta durante un periodo de alta demanda debido a la situación sanitaria. Sin embargo, una vez realizada la transacción y recibido el pago, Solomon dejó de contestar a cualquier intento de contacto por parte de sus clientes, lo que generó un gran malestar y preocupaciones sobre la seguridad de los equipos de protección adquiridos.
El caso ha tomado tintes legales, pero ni Solomon ni su abogado, Morris Stern, han dado respuesta a las solicitudes de las autoridades para aclarar la situación. Este silencio ha incrementado el desconcierto y la frustración entre quienes depositaron su confianza en el empresario. Las consecuencias legales y económicas de este incidente aún están por determinarse, mientras las autoridades exploran opciones para responsabilizar a Solomon y recuperar los fondos invertidos en las mascarillas defectuosas.
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