La Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT Madrid) continúa avanzando en su compromiso con la sostenibilidad al electrificar gradualmente su flota de autobuses. En una nueva etapa de este proceso, la línea 101, que conecta Canillejas con el Aeropuerto de Barajas, se incorpora al grupo de servicios electrificados. Este movimiento forma parte de un ambicioso plan de descarbonización que busca que el 20% de la flota esté compuesta por autobuses eléctricos para finales de 2025.
En lo que va del año, ya se han electrificado otras tres líneas: la 55, la 116 y la universitaria U, aumentando así a 40 el número de rutas que operan exclusivamente con autobuses eléctricos. Junto a la línea 101, estos cambios reflejan el esfuerzo de EMT Madrid por reducir las emisiones en un entorno urbano cada vez más sensible al impacto ambiental.
La integración de estos nuevos vehículos está siendo posible gracias a los fondos Next Generation EU, que han destinado 54.845.000 euros para la adquisición de 100 autobuses eléctricos. Este lote incluye 80 vehículos estándar, de 12 metros, y 20 midibuses de 9,3 metros. Los fabricantes BYD y Solaris han suministrado la mayoría de estos autobuses, con carrocerías construidas por Castrosua. Además, el fabricante vasco Irizar ha completado la flota con modelos adicionales, incrementando la presencia de tecnología europea en las calles de la capital.
Esta iniciativa se sostiene en un plan más amplio de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este plan no solo busca la electrificación, sino también la creación de zonas de bajas emisiones y una transformación digital del transporte público. En años anteriores, varias líneas fueron pioneras en este camino. Desde los experimentos iniciales en 2008 con minibuses Tecnobus en las líneas M1 y M2, hasta la reciente incorporación de flotas 100% eléctricas que incluyen a las líneas 001, 002, y varias más durante 2020.
El compromiso de la EMT no se detiene aquí. Se espera que continúen incorporando líneas eléctricas, con el objetivo de alcanzar un total de 463 autobuses eléctricos para finales de 2025. Este crecimiento sostenido de la flota eléctrica no solo apunta a reducir el impacto ambiental, sino también a posicionar a Madrid como un referente en movilidad sostenible a nivel europeo.
Con esta estrategia, la capital española no solo mejora la calidad del aire que respiran sus ciudadanos, sino que también contribuye a un futuro más limpio y eficiente. El transporte público de Madrid avanza, y lo hace impulsado por la electricidad y un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad.