Esta mañana, en un esfuerzo por mejorar la experiencia de los viajeros, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, probó uno de los nuevos tótems de venta de billetes que la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT Madrid) ha instalado en la línea Exprés Aeropuerto. Estos dispositivos, ubicados en puntos estratégicos como las terminales T1, T2 y T4 del aeropuerto, así como en el intercambiador de Atocha, ofrecen a los usuarios la capacidad de adquirir billetes sencillos para toda la red de autobuses municipales antes de abordar.
El sistema de tótems está diseñado para agilizar la compra de billetes mediante una interfaz intuitiva y accesible en tres idiomas: español, inglés y francés. Los viajeros pueden elegir pagar con tarjeta bancaria o en efectivo, aunque los dispositivos no devuelven cambio en metálico. Sin embargo, cualquier saldo restante se convertirá en un código QR canjeable en futuras compras. La funcionalidad del sistema se complementa con la posibilidad de validar los billetes a través de un lector QR a bordo de los autobuses.
Los innovadores tótems están equipados con tecnología avanzada, incluyendo paneles solares rotativos, pantallas táctiles a color, lectores de tarjetas bancarias, módulos para monedas, escáneres QR, impresoras térmicas y sistemas de comunicación 4G. Esta iniciativa es una continuación del sistema de pago inaugurado en noviembre de 2023 durante la activación de la línea BR1 entre Valdebebas y el Hospital Ramón y Cajal, que ya contaba con 21 dispositivos similares.
Desde su lanzamiento en noviembre de 2010, la línea Exprés Aeropuerto ha transportado a 14,4 millones de viajeros, consolidándose como una opción fundamental para la conexión entre el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y el centro de la ciudad. Esta línea, que opera ininterrumpidamente las 24 horas del día durante todo el año, se destaca por su capacidad para aceptar pagos con tarjeta a bordo, desde 2019, y su área exclusiva para equipajes. El año pasado, este servicio gestionó a 1,3 millones de usuarios, ratificando su importancia en el tejido del transporte público de la capital.
En resumen, la implementación de estos nuevos tótems no solo busca facilitar el proceso de compra para los pasajeros, sino también optimizar la movilidad urbana en uno de los puntos neurálgicos del transporte madrileño, ofreciendo una solución moderna y adaptada a las necesidades actuales de los viajeros nacionales e internacionales.