El Gobierno ha optado por no proporcionar previsiones económicas específicas en el contexto actual, mientras se espera la evolución de los trabajos de reconstrucción en las áreas afectadas. La incertidumbre prevalece sobre el impacto económico general debido a los diversos factores que influyen en la recuperación, como la magnitud de los daños y la efectividad de las medidas adoptadas. Las autoridades han enfatizado la importancia de evaluar adecuadamente el progreso de estos esfuerzos antes de ofrecer estadísticas concretas que puedan guiar las expectativas de crecimiento en el futuro cercano.
Los trabajos de reconstrucción avanzan con un enfoque prioritario en restablecer infraestructuras críticas y garantizar la asistencia a las comunidades afectadas. Este proceso se presenta como un pilar clave para reactivar la economía local y nacional, aunque el Ejecutivo mantiene cautela en su evaluación, consciente de las variables en juego y del entorno económico global, que también presenta desafíos. La espera de información más fiable y una visión más clara del panorama posdesastre sugieren una actitud prudente frente a las proyecciones macroeconómicas a corto y mediano plazo.
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