En el año 2023, un alarmante 21,5% de las empresas en la Unión Europea reportaron incidentes de seguridad vinculados a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Estos percances provocaron diversas consecuencias, tales como la interrupción de servicios TIC, la destrucción o corrupción de datos, e incluso la exposición de información confidencial.
Destacadamente, Finlandia se posiciona como el país con el mayor porcentaje de empresas afectadas, superando el 42,2%. Polonia y Malta le siguen en esta lista con cifras del 32,5% y 28,7% respectivamente. En el extremo opuesto, Austria aparece con el porcentaje más bajo, un 11,5%, seguida de cerca por Eslovenia y Bulgaria, con tasas del 11,6% y 12,1%.
Los sectores industriales más golpeados por estos incidentes incluyen el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado, donde el 28,8% de las empresas se vieron afectadas. Otras áreas críticas incluyen la información y comunicación, con un 27,9%, así como las actividades profesionales, científicas y técnicas, que alcanzaron el 26,8%. Las actividades inmobiliarias y la gestión de agua, involucrando también el alcantarillado y la eliminación de residuos, registraron cifras notables del 25,0% y 24,1%.
Este fenómeno se presenta en un contexto más amplio, siendo octubre el Mes Europeo de la Ciberseguridad, un periodo dedicado a concienciar y promover prácticas seguras en el entorno digital. La creciente incidencia de estos problemas pone de manifiesto la urgencia de reforzar las medidas de protección cibernética, dado el panorama de amenazas cada vez más sofisticado al que se enfrentan las empresas.