La pareja española formada por Dani y Mireia enfrenta una situación complicada en Singapur tras protagonizar una protesta durante su luna de miel. Aficionados del Valencia, la pareja desplegó una pancarta con el lema «Lim Out» frente a la residencia de Peter Lim, propietario del club, acto que ha sido calificado como presunto vandalismo según las estrictas leyes del país asiático. Aunque están en libertad, no pueden abandonar el territorio debido a la retención de sus pasaportes mientras esperan la resolución judicial de su caso. Según la legislación local, el vandalismo abarca actos como dañar o exhibir objetos en propiedades ajenas, lo que coloca a Dani en una situación jurídica delicada debido a que adherir una pegatina encaja en esta tipificación.
La resolución del caso por parte de la Fiscalía aún no está clara, y las posibles penas que enfrenta Dani varían dependiendo de cómo se clasifique el acto. Si se considera vandalismo, podría enfrentar desde multas significativas hasta penas de prisión que incluso incluyen castigos físicos, aunque la falta de daño permanente y ser un primer delito pueden ser factores a su favor. Otras clasificaciones posibles serían ‘travesura’, con penas menos severas, o ‘tontería’, que reduciría las consecuencias a una sanción económica más leve. Entidades diplomáticas españolas están atentas a este incidente que ha ganado atención en la esfera mediática en España, subrayando la complejidad legal que puede surgir cuando las culturas y leyes chocan en situaciones internacionales.
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