En el juicio que se desarrolla, el acusado optó por responder únicamente a las preguntas formuladas por su defensa, evitando someterse al interrogatorio del fiscal. Esta decisión es parte de su estrategia legal enfocada en evitar autoincriminaciones potenciales y mantener el control sobre la narrativa presentada ante el tribunal. Los detalles específicos del caso no fueron revelados al público, pero el enfoque del interrogatorio indica la cautela con la que el acusado y su equipo legal están manejando esta situación judicial.
Ante esta táctica legal, el fiscal ha reaccionado solicitando que se le prohíba al acusado abandonar el territorio nacional, argumentando que existe el riesgo de fuga. Esta petición subraya la gravedad de las acusaciones y la intención de las autoridades de asegurar que el acusado esté disponible para enfrentar cualquier decisión judicial. El caso sigue siendo objeto de gran atención mediática, destacando la creciente preocupación pública sobre la integridad del proceso judicial y las posibles implicaciones del resultado final.
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