El Manchester United se enfrenta a una profunda crisis tanto deportiva como institucional, considerada por muchos como una de las peores en su historia. En un intento por mejorar la rentabilidad tras cinco años consecutivos de pérdidas, el club ha anunciado un expediente de regulación de empleo (ERE) que llevará al despido de entre 150 y 200 trabajadores. Esta medida forma parte de un plan de transformación más amplio que busca reducir costos, afectando al personal de diversas áreas, incluida la restauración y las instalaciones del club. Estas medidas drásticas se suman a una serie de recortes, como la cancelación de la fiesta de Navidad del club y el incremento de los precios de las entradas, además de la reducción de la financiación a una asociación que apoya a jugadores retirados.
En el panorama deportivo, el equipo tampoco logra despejar las nubes grises. El Manchester United se posiciona en el decimoquinto lugar de la Premier League, a pesar de su legado como uno de los clubes más exitosos con tres Champions y 20 títulos de liga. Bajo la dirección del técnico Rubén Amorim, el equipo ha caído en una espiral de malos resultados, marcando la peor racha de un entrenador en Old Trafford. A pesar de haber invertido 246 millones de euros en fichajes, el rendimiento sigue siendo decepcionante. La combinación de crisis institucional y deportiva indica una situación alarmante para los ‘red devils’, quienes buscan desesperadamente revertir la tendencia que amenaza con socavar aún más su prestigio histórico.
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