La controversia en el estado de Texas se desató cuando la empresa Rook TX, originaria de Nueva Jersey, ganó un premio de 95 millones de dólares en abril de 2023 tras gastar 25 millones de dólares en boletos, cubriendo casi todas las combinaciones posibles. Esta estrategia agresiva y poco convencional generó sospechas entre las autoridades locales, quienes iniciaron una investigación ante posibles irregularidades. El senador Paul Bettencourt cuestionó públicamente el método, sugiriendo que podría tratarse de un esquema de blanqueo de dinero, dado que es inusual que un consumidor compre boletos multimillonarios de esta manera. Este caso se convirtió en el tercer premio más grande de la lotería estatal desde su creación en 1992.
En un contexto similar, en febrero de 2025, otro individuo ganó 83,5 millones de dólares a través de la aplicación Jackpocket, gastando apenas 20 dólares, lo que volvió a suscitar inquietudes sobre la transparencia en la operación de la lotería. El incidente atrajo la atención del teniente gobernador, Dan Patrick, quien expresó preocupaciones sobre la integridad del proceso, a pesar de no señalar ninguna ilegalidad directamente. En respuesta a estos eventos, el gobernador de Texas ordenó una investigación exhaustiva y anunció la prohibición de la compra de boletos a través de servicios de mensajería, como el utilizado por el reciente ganador, para restaurar la confianza pública en la legitimidad y equidad de la lotería estatal.
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