En un duelo disputado en San Mamés, el Athletic Club y el Mallorca firmaron un empate 1-1 que dejó sensaciones distintas en ambos equipos. Aunque los rojiblancos comenzaron el choque pensando más en su próximo compromiso europeo contra la Roma, el partido no comenzó siendo vibrante. La primera mitad fue un reflejo de equipos con poca ambición, en la que ambos porteros, Unai Simón y Dominik Greif, apenas intervinieron, y los ataques se diluían ante defensas bien posicionadas. La estrategia del Athletic parecía enfocada más en lo que viene, con jugadores clave como Iñaki Williams esperando su momento en el banquillo y alineaciones que buscaban dar descanso a titulares habituales.
El encuentro, que amagaba con un empate sin goles, se animó tras el descanso. Mallorca tomó la delantera con un gol a balón parado, obra de Raíllo, lo que obligó al Athletic a reaccionar de inmediato. El equipo local empató pocos minutos después gracias a un cabezazo de Nico Williams, reavivando las esperanzas de los leones y animando a un San Mamés expectante. A pesar de la presión y el ímpetu mostrado por el equipo dirigido por Jagoba Arrasate tras la igualada, el Mallorca supo resistir y defender su punto valioso en terreno hostil. Ambos conjuntos consiguieron mantener su rumbo hacia los objetivos de la temporada: el Athletic sigue en la pelea por los puestos europeos, mientras el Mallorca continúa soñando con Europa gracias al merecido punto logrado.
Leer noticia completa en El Pais.