El nuevo recinto multiusos Roig Arena en Valencia fue inaugurado con gran entusiasmo, marcando un hito en la oferta cultural de la ciudad. Concebido específicamente para música en directo, y con capacidad para cerca de 20,000 personas, el pabellón ofrece una experiencia sensorial moderna con tecnología de última generación en sonoridad e iluminación. Anoche, acogió el espectáculo «Bravo, Nino», un tributo a Nino Bravo con una impresionante alineación de artistas. El evento inicializó sus funciones prometiendo convertirse en un referente competitivo en comparación con espacios como el Sant Jordi o Movistar Arena, atrayendo a artistas de renombre mundial.
El homenaje a Nino Bravo destacó por su dinamismo y calidad interpretativa, con más de veinte músicos rindiendo tributo al legendario cantante. Destacaron actuaciones transformadoras de canciones clásicas, como Funambulista con su bolero «Eres todo cuanto quiero» y Sole Giménez con un toque de bossa nova en «Te quiero, te quiero». La noche también dio espacio a guiños a circunstancias actuales, como una sutil referencia al conflicto en Gaza por parte de Óscar Ferrer y Miguel Poveda. Si bien el recital tuvo momentos emotivos, hubo críticas por la falta de reconocimiento a los compositores originales de los temas interpretados, dejando una reflexión sobre la importancia del reconocimiento a los autores detrás de las icónicas canciones de la noche.
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