El pasado 19 de noviembre de 2023, Carmen Mendoza, médico de Emergencias de SUMMA 112 y subdirectora médico del Servicio de Urgencias y Emergencias Médicas de la Comunidad de Madrid, demostró que la vocación de salvar vidas no conoce horarios. Aquella mañana de domingo, mientras disfrutaba de su descanso y planificaba un paseo junto a su marido, se vio inmersa en una situación crítica que exigía su rápida intervención.
Carmen escuchó gritos de auxilio provenientes de una vivienda cercana en su municipio, Arganda del Rey. Al acercarse, descubrió que su vecino, Julián, se encontraba en el suelo, inconsciente y con una respiración agónica. Sin perder un segundo, Carmen inició de inmediato las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), esenciales para mantener la circulación de oxígeno en el cuerpo de Julián, quien en ese momento se encontraba al borde de la parada cardiorrespiratoria.
Simultáneamente, Carmen contactó con el 1-1-2 para informar a sus colegas del Centro Coordinador de Urgencias y Emergencias sobre la crítica situación y las acciones que ya había emprendido. Gracias a su preparación y a la rápida respuesta de los servicios de emergencia, se movilizó un equipo de Soporte Vital Avanzado y el Jefe de la Guardia hacia el lugar de los hechos.
La Policía Municipal del municipio también se movilizó con celeridad, enviando un vehículo patrulla equipado con un desfibrilador semiautomático (Desa), instrumento crucial en situaciones de parada cardiorrespiratoria para restaurar el ritmo cardíaco normal.
Gracias a la rápida actuación de Carmen y la efectiva coordinación de los servicios de emergencia, Julián logró recuperarse plenamente. Días después del incidente, tuvo la oportunidad de expresar su profunda gratitud hacia Carmen y su marido, quienes fueron fundamentales en su rescate. «Si no fuera por Carmen y por su marido, yo no estaría aquí», afirmó emocionado Julián.
Este incidente subraya la importancia de la formación en primeros auxilios y la valía de contar con profesionales del calibre de Carmen Mendoza, cuyo compromiso y dedicación trascienden los límites de su jornada laboral, demostrando que, en el ámbito de la emergencia, cada segundo cuenta.