El Mirandés comenzó el partido presionando intensamente, dominando en los duelos defensivos y aprovechando espacios para el contragolpe. Joaquín Panichelli abrió el marcador tras vencer al portero Aarón Escandell, lo que dio una temprana ventaja al equipo rojillo. Sin embargo, con el avance del tiempo, el equipo dirigido por Alessio Lisci fue cediendo terreno y optó por replegarse, adoptando una estrategia de defensa en bloque bajo más cerca de su portero, Raúl Fernández.
Este cambio de táctica resultó contraproducente para el Mirandés, ya que perdió efectividad en el ataque y no logró conectar con sus carrileros. La situación se complicó cuando una mano de Alberto Reina en un córner puso al equipo bajo presión, obligándolos a gestionar cuidadosamente sus emociones para no desperdiciar la ventaja acumulada en la eliminatoria. A pesar de los desafíos, el equipo se esfuerza por mantener la delantera y asegurar su posición en el torneo.
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