A mediados de junio, mientras Israel intensificaba su ofensiva sobre Irán, el escritor francés tuvo la oportunidad de seguir de cerca al presidente Emmanuel Macron durante la cumbre del G7 en Canadá. Este encuentro, que reunió a los líderes de las naciones más desarrolladas del mundo, permitió al novelista observar de primera mano al mandatario francés, conocido por su elocuencia y postura enérgica. El retrato que emergió es el de un líder que no sólo se destaca por sus discursos persuasivos, sino también por su ambiciosa agenda europea que ya no se esfuerza por ocultar.
El novelista capturó un Macron decidido y seguro de sí mismo, con una clara visión para Europa en un momento de tensiones geopolíticas y económicas. Durante la cumbre, Macron se mostró como un político que, además de su conocida locuacidad, exhibe una notable presencia física, lo que refleja su determinación no solo en el escenario local, sino también en el global. La pieza escrita por el autor destaca cómo Macron, en medio de un contexto internacional complejo y desafiante, se posiciona como un posible líder para un nuevo renacimiento europeo, enfatizando su capacidad para influir entre bastidores en un evento de tal magnitud.
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