En 1998, durante el rodaje de «Primary Colors», Emma Thompson recibió una llamada inesperada de Donald Trump en su camerino, ofreciéndole hospedarse en uno de sus alojamientos y cenar juntos. Este curioso suceso fue recordado por la actriz durante un festival en Suiza, generando risas entre los asistentes. La llamada coincidió con el día de la efectiva sentencia de divorcio de Thompson de Kenneth Branagh, lo cual llevó a la actriz a bromear sobre la coincidencia. La anécdota subraya la peculiaridad de una posible cita con Trump, señalando cómo podría haber influido en la historia geopolítica, aunque nunca se concretó.
Emma Thompson, reconocida por su apoyo al Partido Laboralista y causas progresistas, contrastó este episodio con sus posturas políticas, que difieren significativamente de las de Trump. Mientras tanto, la actriz encontró estabilidad personal casándose con Greg Wise en 2003, quien, según sus propias palabras, la ayudó a superar la depresión post-divorcio. Por su parte, Trump atravesaba su segundo divorcio con Marla Maples, antes de casarse con Melania Trump en 2005. Esta narrativa refleja momentos personales y profesionales que involucran a figuras de amplia influencia y notoriedad.
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