La reciente Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectó a la Comunidad Valenciana ha suscitado críticas hacia los avisos emitidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Muchos ciudadanos se fueron a dormir con alertas de nivel amarillo, lo que implica riesgos menores, pero despertaron ante una situación de gran magnitud que generó inundaciones y caos en diversas áreas. La falta de precisión en las alertas meteorológicas se ha convertido en un tema de controversia, ya que los residentes sintieron que no fueron adecuadamente preparados para enfrentar el nivel real de severidad del temporal.
La Aemet ha defendido su actuación destacando la complejidad de predecir fenómenos meteorológicos tan variables como las DANAs, que pueden intensificarse de manera inesperada. Sin embargo, el malestar entre la población y ciertos sectores políticos es palpable, con solicitudes para mejorar los sistemas de alerta y lograr mayor fiabilidad en las previsiones. La situación ha puesto de relieve la importancia de contar con herramientas más avanzadas para la predicción climática, sobre todo en regiones vulnerables a condiciones meteorológicas extremas.
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