En un día típico de servicio, el menú ofrecido presentó una muestra de la gastronomía tradicional con un toque contemporáneo. Para el almuerzo, los comensales pudieron disfrutar de un plato de fabes con verduras, una opción nutritiva y llena de sabor que combina la suavidad de las legumbres con la frescura de las verduras de temporada. Junto a este primer plato, se sirvió un filete de pollo, una elección clásica que aporta proteínas y satisface un paladar amplio, completando así una comida equilibrada y adecuada para el mediodía.
Al caer la tarde, la cena ofreció una combinación reconfortante y llena de matices con un menú que incluía sopa de tomate, un entrante ligero pero lleno de sabor. Este fue seguido por un roti de pollo a la española, un plato que fusiona técnicas culinarias internacionales con sabores característicos de la cocina hispánica. La opción de la sopa de tomate aporta una experiencia cálida y tradicional, mientras que el roti de pollo asegura un cierre de jornada con una propuesta robusta y muy satisfactoria, ideal para concluir el día con una cena agradable y bien balanceada.
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