En Honduras, la tormenta tropical Sara ha provocado una devastadora emergencia, obligando a las autoridades a declarar una alerta máxima en Tegucigalpa y otras regiones del país. Las intensas lluvias asociadas con el fenómeno han afectado a unas 111.000 personas a nivel nacional y han causado que el río Choluteca, que atraviesa la capital, eleve su caudal cuatro metros. Esto ha conllevado al cierre de varios puentes importantes que conectan Tegucigalpa con Comayagüela. Las torrenciales lluvias han afectado principalmente al Caribe hondureño, una región clave por su producción agrícola, industrial y comercial, y han llevado a la evacuación de centenares de personas de sus hogares situados en zonas de riesgo, como las riberas de los ríos. A medida que el temporal se desplaza, varias comunidades permanecen incomunicadas debido al colapso de la infraestructura, incluyendo la destrucción de puentes y carreteras.
Además, las secuelas de la tormenta han llevado a la declaración de alerta roja en las regiones del sur de Honduras, incluyendo los departamentos de Choluteca y Valle, donde los ríos han inundado partes bajas, complicando la situación de miles de familias. A pesar de que la tormenta Sara ha dejado el territorio hondureño, las autoridades mantienen alertas en todos los departamentos del país, con la previsión de que las lluvias comiencen a ceder a inicios de la semana. Las cifras oficiales reportan alrededor de 8.416 personas evacuadas y 5.057 en albergues, con un daño considerable a la vivienda y la infraestructura crítica nacional. Los efectos de Sara son un recordatorio de la vulnerabilidad de la región ante fenómenos climáticos extremos, subrayando la urgente necesidad de fortalecer los sistemas de prevención y respuesta en caso de desastres.
Leer noticia completa en 20minutos.