Una emboscada en el municipio de Ayutla, Guerrero, dejó al menos seis policías comunitarios muertos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), además de varios heridos. El ataque ocurrió la medianoche del sábado en un camino de terracería a 139 kilómetros de Acapulco, y aunque las autoridades estatales aún no han emitido un pronunciamiento oficial, el municipio lamentó la pérdida en redes sociales, destacando el servicio y la entrega de los caídos en favor de la seguridad local. Los policías comunitarios, armados con rifles y escopetas, fueron sorprendidos en un momento crítico de pugna entre grupos criminales de la región, entre ellos Los Ardillos y Los Rusos, lo que ha incrementado la violencia en la Costa Chica.
La UPOEG, formada en 2013 como una de las primeras iniciativas de autodefensa en Guerrero, ha enfrentado ataques y acusaciones de corrupción que han minado su influencia, especialmente tras el asesinato de su líder Bruno Plácido en octubre de 2023. Este incidente refuerza la cruda realidad de que las policías comunitarias han surgido como respuesta a la deficiente seguridad proporcionada por el Estado, convirtiéndose en organismos de autodefensa compuestos por ciudadanos con un profundo vínculo cultural y tradicional con sus localidades. A pesar del incremento de estas fuerzas civiles, los enfrentamientos violentos y los desafíos internos continúan siendo obstáculos significativos en su esfuerzo por proteger sus comunidades.
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