En el esperado discurso por sus 25 años de reinado, Mohamed VI sorprendió al omitir el respaldo de Emmanuel Macron a la marroquinidad del Sáhara, previamente anticipado por medios oficialistas. El monarca, visiblemente desmejorado y asistido por su hijo Mulay Hasán, centró su declaración en la crisis de sequía de seis años que afecta a Marruecos y en una propuesta de paz para la Franja de Gaza. La ausencia de referencia al contencioso del Sáhara, que provocó una airada reacción de Argelia, dejó inesperadamente fuera del discurso un tema crucial, mientras Francia se negó a confirmar un cambio en su postura respecto al territorio en disputa. Mohamed VI enfatizó proyectos como la construcción de plantas desaladoras para enfrentar la escasez de agua y pidió acelerar las iniciativas hídricas en el país.
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