El primer desacuerdo público entre Elon Musk y Donald Trump ha emergido en el marco de la presentación del ambicioso proyecto Stargate. Esta iniciativa conjunta entre la administración de Trump y gigantes como OpenAI, SoftBank y Oracle tiene como objetivo invertir hasta 500.000 millones de dólares en el desarrollo de infraestructura de inteligencia artificial. Sin embargo, Musk, conocido por liderar empresas como Tesla y SpaceX, ha expresado públicamente sus dudas sobre la viabilidad financiera del proyecto. A través de sus redes sociales, cuestionó que SoftBank tenga asegurados los fondos necesarios, afirmando que la cifra real sería inferior a los 10.000 millones de dólares. Esta declaración refuerza la tensión existente entre Musk y OpenAI, empresa cofundada por él y actualmente dirigida por Sam Altman, con quien ha tenido disputas legales en el pasado.
En respuesta, la Casa Blanca y aliados del presidente Trump han defendido el proyecto y la visión del mandatario, asegurando que las inversiones propuestas traerán un auge de empleos y tecnologías avanzadas a Estados Unidos. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, ha instado al público a confiar en los planes de Trump, destacando las promesas de transformación económica y liderazgo global frente a China. A pesar de las palabras de apoyo, las dudas sobre la financiación persisten en el entorno empresarial, reflejadas también en comentarios de expertos financieros en redes sociales. Hasta el momento, el desacuerdo entre Musk y la administración de Trump se mantiene en el ámbito de declaraciones públicas, sin haberse formalizado en acciones más extendidas.
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