Elon Musk ha expresado su desacuerdo con el informe de la inteligencia alemana que clasifica al partido Alternativa para Alemania (AfD) como una organización extremista. Según Musk, la posible ilegalización de este partido, que es actualmente la segunda fuerza más votada en Alemania, representaría un «ataque extremo contra la democracia». A través de su plataforma social X, anteriormente conocida como Twitter, Musk defendió al AfD, un partido de ultraderecha, aseverando que prohibirlo sería contraproducente para el sistema democrático del país.
Por otro lado, los líderes del AfD, Alice Weidel y Tino Chrupalla, han calificado la evaluación de la inteligencia alemana como un «golpe para la democracia» y acusaron al organismo de interferir políticamente para evitar elecciones genuinas. Este desarrollo ocurre mientras Alemania se prepara para una ‘gran coalición’ de democristianos y socialdemócratas, lo que posiciona al AfD como la principal oposición. La decisión de considerar al AfD como extremista ha reavivado el debate sobre las medidas necesarias para proteger la democracia sin comprometer la libertad política.
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