En España, más de 9 millones de personas se beneficiarán de un aumento del 2,8% en sus pensiones contributivas a partir de enero de 2025, según ha anunciado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Este incremento es el resultado del ajuste periódico basado en la evolución interanual del índice de precios al consumo (IPC), según lo estipulado en la Ley 21/2021 que garantiza el poder adquisitivo de las pensiones. Esta normativa ha eliminado además la tradicional ‘paguilla’, un ajuste extraordinario entregado anteriormente para compensar posibles discrepancias entre el IPC proyectado y el definitivo al final de cada año.
Las pensiones mínimas verán un incremento de entre un 6% y 9,1%, mientras que las no contributivas aumentarán un 9%, reflejando un esfuerzo de revalorización más allá del propio IPC. El Consejo de Ministros aprobó recientemente estas medidas, que afectan tanto a las pensiones de jubilación como a otras modalidades como orfandad, viudedad y discapacidad. Para muchos jubilados, esto se traduce en un aumento promedio anual de entre 500 y 600 euros, llevando la media mensual a 1.481,35 euros. Las entidades bancarias, conforme a su práctica habitual, anticiparán el pago de estas pensiones, desahogando el cierre de mes para muchos beneficiarios.
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