La historia de las mujeres en la Fórmula 1 ha sido limitada, pero altamente significativa, destacando la figura de Lella Lombardi como un ícono en este deporte dominado por hombres. Lombardi, nacida en Frugarolo, Italia, en 1941, encontró su pasión por la velocidad a una temprana edad, comenzando su carrera en el karting en secreto, sin el conocimiento de sus padres. Su talento la llevó rápidamente a las categorías formativas del automovilismo italiano, compitiendo al lado de futuros pilotos de Fórmula 1. En 1974, Lombardi debutó en la máxima categoría del automovilismo, y logró un hito histórico en el Gran Premio de España de 1975, convirtiéndose en la única mujer en sumar puntos en una carrera oficial de F1, lo que consolidó su nombre en la historia del automovilismo.
A pesar de los desafíos, Lombardi no solo dejó una marca en la F1, sino que también exploró otras competiciones internacionales como la Nascar y el Mundial de Resistencia, donde hizo historia al ser la primera mujer en ganar una prueba de dicha categoría. Su carácter fuerte y su enfoque en el deporte la mantuvieron apartada de las distracciones del mundo exterior, centrándose exclusivamente en las carreras y, ocasionalmente, en la pesca. Incluso tras ser diagnosticada con cáncer de hígado, fundó su propio equipo, Lella Lombardi Autosport, asegurando que su legado continuara presente en el mundo del motorsport. Lella Lombardi falleció en 1992, pero su contribución al automovilismo sigue inspirando a las futuras generaciones de pilotos.
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