En México, la elección judicial de 2024 se desarrolla en un contexto crítico, marcado por la polémica reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual ha despertado temores de retroceso democrático. Esta reforma, que implica la elección de jueces mediante voto popular, ha generado un acalorado debate sobre los riesgos de politización en el Poder Judicial. El cambio podría comprometer la imparcialidad judicial al introducir figuras con posibles deudas políticas, lo que ha alarmado a expertos y colectivos ciudadanos que han cuestionado la idoneidad de los candidatos.
El proceso electoral de este año enfrenta múltiples retos, incluyendo la intervención de Morena y sus aliados, lo que vuelve a poner al gobierno en el centro de una supuesta manipulación electoral. La elección, considerada un experimento electoral, ha provocado dudas sobre la independencia de los comicios, especialmente ante un Instituto Nacional Electoral debilitado. Con una ciudadanía que observa expectante, el país se enfrenta a la posibilidad de que este momento marque el fin de una era de fiabilidad electoral que tardó cuatro décadas en construirse.
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