La gestión de infraestructuras de Tecnologías de la Información (TI) se ha visto cada vez más complicada con la creciente adopción de servicios en la nube. Para enfrentar esta complejidad y reducir los costos asociados, se propone un enfoque unificado de los entornos e infraestructuras. En este contexto, un sistema operativo Linux centralizado emerge como una solución viable, siempre y cuando cumpla con criterios esenciales como flexibilidad, seguridad, portabilidad y soporte por un ecosistema robusto.
La adopción de servicios en la nube está en auge entre muchas organizaciones que buscan eficiencia, innovación y reducción de costos. Sin embargo, para maximizar los beneficios derivados de esta inversión, es crucial elaborar un plan que mitigue los riesgos relacionados con la seguridad, las operaciones ineficientes y los presupuestos elevados. Es en este punto donde la selección del Linux adecuado cobra una importancia fundamental.
Ocho criterios clave para elegir un Linux para la nube
Flexibilidad para elegir el proveedor de la nube: El sistema Linux seleccionado debe ofrecer libertad en la elección de proveedores, permitiendo desplegar aplicaciones en múltiples entornos certificados. Esta versatilidad incluye tanto a hiperescaladores globales como a proveedores regionales, permitiendo así a las organizaciones aprovechar diversos servicios, optimizar costos y configurar sistemas para recuperación de desastres.
Portabilidad como requisito básico: La capacidad de trasladar cargas de trabajo entre la nube y el centro de datos de manera rápida y sin modificaciones es esencial. Un sistema operativo Linux adecuado debe proporcionar una infraestructura base que permita desplegar aplicaciones y datos donde más convenga.
Seguridad y cumplimiento normativo: El sistema Linux debe garantizar tanto la seguridad como el cumplimiento normativo en la nube. Esto incluye características de seguridad integradas, cumplimiento de regulaciones, y un empaquetado modular que disminuya la superficie de ataque. Además, deben estar disponibles herramientas que permitan realizar análisis predictivos, aplicar parches en tiempo real y realizar auditorías de vulnerabilidades.
Soporte para desarrolladores: Un entorno coherente desde el desarrollo hasta la producción reduce el tiempo de despliegue y los errores. El sistema Linux debe incluir acceso a imágenes confiables, bibliotecas y herramientas que aceleren el desarrollo, además de proporcionar recursos y programas específicos para desarrolladores.
Sólido ecosistema de TI: Es fundamental contar con un ecosistema amplio y conectado que incluya asociaciones con proveedores de nube, hardware y software, ofreciendo sinergias para los usuarios. La certificación para integrarse con aplicaciones críticas como SAP S/4HANA es especialmente valiosa para organizaciones con necesidades empresariales robustas.
Experiencia de TI coherente: El sistema debe proporcionar una experiencia de gestión consistente para diversos entornos, desde centros de datos hasta nubes públicas y privadas. Una interfaz unificada permite optimizar la administración, automatización y seguridad en todos los niveles.
Escalabilidad: A medida que las empresas crecen, su infraestructura tecnológica debe adaptarse. Un sistema Linux eficiente debe ser capaz de escalar para soportar incrementos en las cargas de trabajo sin comprometer el rendimiento ni la seguridad.
- Integración con herramientas de automatización: La compatibilidad con plataformas de gestión de configuración y orquestación, como Ansible, Terraform o Puppet, es crucial. Un sistema Linux que se integre bien con estas herramientas permitirá una mayor automatización, reduciendo errores y mejorando la eficiencia.
Oportunidad para usuarios de CentOS Linux
El proyecto CentOS dejará de actualizar CentOS Linux 7 en junio de 2024, obligando a sus usuarios a migrar a otro sistema operativo para continuar recibiendo actualizaciones. Este escenario presenta una excelente oportunidad para que las organizaciones reconsideren sus necesidades y se beneficien de estandarizar en un único sistema operativo tanto para centros de datos como para entornos en la nube.
Elegir el sistema Linux idóneo no solo proporciona flexibilidad para responder a un mercado en constante cambio, sino que también ofrece coherencia y seguridad. La portabilidad y la experiencia unificada entre diferentes entornos son ventajas claras para gestionar cargas de trabajo y aplicaciones con mayor eficiencia. Un sistema Linux que cumpla con estos criterios permitirá a las organizaciones estar mejor preparadas para enfrentar los desafíos del mercado actual y futuro.