Aimar Bretos rememoró recientemente al fallecido Pepe Mújica con la historia del colibrí y el jaguar, ilustrando la importancia de hacer nuestra parte ante la crisis climática. En un contexto donde el cambio climático avanza más rápido de lo previsto, los efectos devastadores golpean más fuerte a quienes menos lo provocaron. El calentamiento global, resultado de las emisiones de combustibles fósiles, plantea un reto para las actuales y futuras generaciones, aunque las energías renovables surgen como una respuesta viable y accesible.
En este escenario, la Unión Europea ha asumido un papel activo desde los años noventa, adoptando políticas descarbonizadoras intensificadas tras el Acuerdo de París. Con la meta de neutralidad de emisiones para 2050, Europa pretende reducirlas un 55% para 2030. Sin embargo, enfrenta oposición de poderosos intereses que ven la transición energética como una amenaza. A pesar de las críticas y la difusión de desinformación, la UE sigue adelante, asumiendo su responsabilidad global y mostrando que, a pesar de las adversidades, puede actuar como el colibrí en su lucha contra las crisis climáticas.
Leer noticia completa en El Pais.