Las intensas rachas de viento que azotaron Campo de Criptana, en Ciudad Real, causaron la rotura del eje y las aspas del molino harinero Inca Garcilaso, uno de los doce que se erigen en la Sierra de los Molinos. Las condiciones climáticas, con vientos cercanos a los 100 km/h, unidas a la dirección del vendaval, resultaron en la destrucción de este emblemático monumento, que desde 2001 es considerado Bien de Interés Cultural. José Lázaro, alcalde de la localidad, confirmó que este domingo se iniciaron las primeras evaluaciones de los daños en colaboración con el carpintero molinero Juan Bautista Sánchez Bermejo, anticipando que es poco probable que muchas de las piezas puedan ser recuperadas.
El alcalde también mencionó que, afortunadamente, no había personas cerca del lugar del accidente en el momento del desprendimiento. El Ayuntamiento tiene el objetivo de comenzar la recuperación del molino lo antes posible, buscando financiación para ello. Los molinos de viento de la zona son parte de la historia española, ya que Miguel de Cervantes los inmortalizó en «El Quijote». El conjunto incluye tres molinos históricos aún operativos y otros siete que han sido reconstruidos, representando un legado cultural significativo que el Ayuntamiento espera restaurar y preservar para las futuras generaciones.
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