En las últimas 24 horas, un bulo sobre una supuesta amenaza contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ganado una visibilidad sin precedentes en redes sociales y medios de comunicación, a pesar de carecer de ninguna confirmación oficial. La falsa amenaza consistía en la colocación de una «bomba lapa» en el vehículo presidencial, y fue difundida inicialmente por cuentas anónimas en plataformas sociales. A medida que se compartía, la desinformación fue amplificándose, siendo replicada incluso por cuentas con gran cantidad de seguidores que ofrecen normalmente contenido sobre política y seguridad.
La propagación de esta información no verificada obligó a las autoridades a emitir comunicados para desmentir el rumor y asegurar que no existía tal amenaza contra el presidente. Asimismo, expertos en seguridad y análisis de redes sociales señalaron la rapidez con que un rumor puede escalar y ser tomado como hecho, destacando la importancia de verificar las fuentes antes de compartir contenido. Este incidente subraya los desafíos a los que se enfrentan tanto el público como las instituciones en la era digital en relación con la veracidad y la difusión de información.
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