El concejal del distrito Centro de Madrid, Carlos Segura, ha presentado este mediodía el cartel oficial que promocionará las tradicionales fiestas en honor a San Cayetano, San Lorenzo y la Virgen de la Paloma. Las celebraciones, que se llevarán a cabo del 6 al 17 de agosto, tendrán como imagen icónica al viaducto de la calle Bailén, una de las infraestructuras más simbólicas de la capital española.
Esta elección se produjo de manera significativa, ya que en 2024 se conmemoran 150 años desde la primera construcción del viaducto en hierro y 90 años desde su versión definitiva en hormigón. Este viaducto, también conocido como Viaducto de Segovia por la calle que cruza por debajo, ha sido clave en la expansión urbanística de Madrid al sur y continúa siendo uno de los principales accesos al centro de la ciudad. «Es un eje importante para nuestro distrito y nuestra ciudad», destacó Segura durante la presentación.
Además de revelar el cartel, Segura anunció que Federico Gómez Villanueva, presidente de la Federación de Grupos Tradicionales Madrileños, será el pregonero de las fiestas de este año. Esta designación coincide con el 35º aniversario de la Federación, una entidad dedicada a la preservación del folclore y las tradiciones madrileñas. «Es un orgullo para Madrid y para el casticismo que la Federación de Grupos Tradicionales Madrileños y, en concreto, su presidente sean los pregoneros de las fiestas más castizas de la capital,» subrayó Segura.
El viaducto de la calle Bailén es una imponente estructura de aproximadamente 200 metros de longitud y 25 metros de altura en su punto más alto. Su construcción permitió superar uno de los primeros desafíos del crecimiento urbano de Madrid: un desnivel de 23 metros tras el Palacio de Oriente que complicaba el tránsito hacia la Basílica de San Francisco el Grande.
La última remodelación significativa del viaducto se llevó a cabo a finales de los años 70 del siglo pasado. Esta reforma no solo aumentó su anchura y altura, sino que también logró preservar la estética de la obra original de 1934. Actualmente, el viaducto cuenta con amplias aceras y es capaz de soportar tráfico pesado, con dos carriles en cada dirección. Continúa siendo una de las principales vías de acceso al centro de Madrid, terminando su recorrido en las cercanías de la plaza de Oriente y la calle Mayor, consolidando su relevancia tanto histórica como funcional en la infraestructura urbana de Madrid.