Cada año, alrededor de 800.000 turistas británicos eligen Benidorm como su destino veraniego, pero la popularidad de esta ciudad de la provincia de Alicante está comenzando a generar preocupaciones por el sobreturismo y sus efectos colaterales. Un reciente reportaje del Daily Mail destaca cómo incluso los ciudadanos británicos que decidieron establecerse en Benidorm han empezado a enfrentar serias dificultades. Jodie, una británica que ha intentado encontrar trabajo desde el Brexit en 2020, relata su experiencia viviendo en las calles y su búsqueda frustrada de ayuda social, que se ve obstaculizada por la falta de acceso a Internet y la burocracia.
Organizaciones como el City Streets Community Project, dirigido por Jonny Elraiz, están interviniendo para ayudar a las personas sin hogar, incluyendo a residentes que se ven forzados a regresar al Reino Unido debido a la falta de recursos. Elraiz señala que, mientras Benidorm continúa recibiendo turistas y los precios de la vivienda y los alimentos aumentan, los locales luchan con una creciente crisis del coste de vida. Comentarios sobre el costo exorbitante de los alquileres revelan que muchos trabajadores, a pesar de tener empleo a tiempo completo, no pueden permitirse un lugar donde vivir. La situación plantea un dilema: ¿cómo puede una ciudad que atrae a tantos visitantes ofrecer un entorno habitable y asequible para sus habitantes?
Leer noticia completa en 20minutos.