La legislación vigente en España sobre el consumo y venta de productos del tabaco, así como de dispositivos similares como los vapeadores, no contempla de manera específica la prohibición de su uso en playas. Este vacío legal ha generado una serie de debates entre autoridades locales, asociaciones en pro de la salud pública y sectores de la industria del vapeo. En varios municipios costeros, las autoridades han intentado promover un entorno libre de humo, incluyendo los vapeadores, para proteger la salud de los ciudadanos y mantener la limpieza de sus playas. Sin embargo, la ausencia de menciones específicas en la ley nacional limita la capacidad de los ayuntamientos para imponer sanciones efectivas a quienes los utilicen en estas áreas.
La discusión se intensifica en el contexto de un aumento del turismo nacional e internacional, donde la normativa en relación con el uso de vapeadores en espacios públicos varía considerablemente entre los países. Activistas de la salud han expresado su preocupación por los potenciales impactos a largo plazo del consumo de vapeadores y argumentan que su uso debe regularse con igual rigor que el de los cigarrillos tradicionales. Mientras tanto, los defensores del vapeo sostienen que estos dispositivos representan una alternativa menos nociva al tabaco y advierten contra las restricciones que consideran excesivas. Ante este panorama, expertos legales apuntan que las autoridades podrían considerar revisar y actualizar las leyes actuales para abordar de manera más precisa el fenómeno emergente de los vapeadores.
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