El Tribunal Supremo ha confirmado que Iberdrola debe asumir la demolición de la presa de Los Toranes en Teruel, una infraestructura construida hace 80 años que ha generado gran controversia local debido al rechazo de su derribo. La empresa había recurrido la decisión argumentando que según la concesión original de 1929, las obras e instalaciones debían revertir al Estado al finalizar el plazo de explotación en 2018. Sin embargo, el Tribunal determinó que la legislación actual permite a la Administración estatal exigir a la concesionaria la demolición para salvaguardar el interés público y el medio ambiente, pese a la oposición regional y los intentos fallidos del Gobierno de Aragón de declarar la presa Bien de Interés Cultural. Ecologistas en Acción celebra la decisión, destacando que la presa ya no es funcional y que su eliminación beneficiará al río Mijares.
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