El juez del Tribunal Supremo de Brasil, Gilmar Mendes, decidió archivar el caso contra Daurio Speranzini Junior debido a la «flagrante ineptitud de la denuncia» y la falta de causa justa para la persecución penal. El fallo, emitido el pasado 19 de diciembre en Brasilia, aceptó el habeas corpus presentado por los abogados de Speranzini Junior, cerrando la acción penal contra el ex CEO de General Electric en América Latina, quien había sido acusado de pertenecer a una organización criminal y de cometer fraude. Speranzini Junior fue detenido en 2018 durante la operación Resonancia, vinculada al megacaso de corrupción Lava Jato, que investigaba presuntos fraudes en adquisiciones del Instituto Nacional de Traumatología y Ortopedia en Río de Janeiro.
En su resolución, el magistrado Mendes subrayó que «sin una base probatoria consistente, los datos conjeturales no tienen idoneidad jurídica en el proceso penal». Según Mendes, tales evidencias insuficientes no sustentan una acusación penal ni una condena. La operación Lava Jato, conocida por su amplio alcance en la lucha contra la corrupción en Brasil, ha enfrentado críticas por el manejo de algunos casos, como el de Speranzini Junior, cuestionando la robustez de las pruebas presentadas. Este fallo podría tener implicaciones significativas para otras investigaciones relacionadas, al destacar la importancia de pruebas concretas en los procesos judiciales.
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