Este domingo, miles de manifestantes se congregaron en una serie de protestas que tuvieron lugar a pesar de las inclemencias del tiempo, con la nieve cubriendo las calles. Los manifestantes se dividieron en dos grupos: aquellos que apoyan al mandatario actual y quienes exigen su dimisión inmediata. Las razones detrás del descontento, según los manifestantes, incluyen la gestión económica y varios escándalos de corrupción que han sacudido al gobierno en los últimos meses. A pesar de las condiciones adversas, las calles resonaron con cánticos y pancartas que reflejan la polarización política que vive la nación.
El contexto de las manifestaciones es crítico, ya que el plazo para la detención del mandatario vence este lunes. La tensión crece mientras los opositores presionan por una acción judicial rápida, argumentando que existe un riesgo de fuga. Por su parte, los defensores del mandatario sostienen que este es un intento de desprestigiarlo y desestabilizar el gobierno. La incertidumbre política tiene al país en vilo, con la expectativa puesta en la respuesta de las autoridades judiciales y el posible impacto en la estabilidad gubernamental. Las miradas también se dirigen hacia la comunidad internacional, que sigue de cerca estos acontecimientos, ya que pueden tener repercusiones en las relaciones diplomáticas y económicas.
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